Teniendo mil razones para no estar a mi vera te quedas por aquí compartiendo primaveras. Tu eres la coca cola yo soy el whisky barato, mi mezcla preferida pa' aullentar el llanto. Salimos a la calle cuando mas llueve, gritamos entre coches cuando todos duermen.
El deseo profundo, el deseo más real, es aquel de acercarse a alguien. A partir de ahí, comienzan las reacciones, las personas entran en juego, pero lo que sucede antes, la atracción que los unió, es imposible de explicar.
Cuando me besó, le besé, y él me besó, y yo le besé, y me besó, y le besé, y el mundo se hizo líquido, caliente, pequeño, tenía la piel áspera, la lengua dulce, todo era áspero y dulce y cabía en la frontera simétrica de nuestros labios pegados, que se despegaban a veces, y se volvían a pegar para encontrar otro sabor que era fresco y a la vez ardía, y yo nunca había besado a nadie así, nunca había sentido esa necesidad implacable de besar, y de besar más, de seguir besando, como si me jugara la vida al borde de la boca, como si más allá del cuerpo que me abrazaba no existiera nada, como si los brazos que me estrechaban me protegieran de un vacío negro y compacto que codiciaba la fuerza de mis propios brazos.