martes, 14 de mayo de 2013

Rotos y descosidos.


Y me abrazaste otra vez; igual de roto pero tan guapo como siempre. Me abrazabas y yo sólo quería que no te acercases del todo; no te fueses a cortar con todo lo rota que estaba. Y fue justo ahí, cuando entendí que cuando los rotos se abrazan, se forman mantas. Mantas en las que pasar un enero, un invierno o toda una vida. Has sido freno cuando había un muro delante. Y has sido muro cuando necesitaba sujetarme. Contigo me he reído tanto que a veces se me olvida lo llorado.  Eres tan diferente al resto que salimos ganando. Salíamos ganando*. 


Porque ahora toco fondo. Ahora tocar fondo es dejarse caer en el sofá y encender la tele. Aunque en todos los canales le estén sacando a él. Prefiero pensar que eres la persona correcta en el momento equivocado. Y que te volveré a encontrar. Tarde o temprano. Para volver a ser 'nosotros'. Para dejar de ser 'tu y yo', y pensar, que aún tengo un sitio debajo de tu piel para hacerme la dormida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario